jueves, 14 de septiembre de 2006

PUBLIVOROS

Con hambre de Publicidad
Casi toda una noche tendrán los fanáticos de la buena publicidad para devorarse una exhibición maratónica de comerciales de televisión. “La Noche de los Publívoros”, conocida como la mayor fiesta de la publicidad mundial, se realizará por primera vez en Chile y promete la mejor selección de piezas de todo el mundo.

Una verdadera maratón de comerciales de televisión, pero los mejores de todo el mundo. El carrete más largo de la publicidad mundial. Una gran fiesta para los sentidos de los fanáticos y con verdadero ambiente de fiesta.

Inéditos spots provenientes de los más exóticos rincones del mundo –incluyendo países de Asia, África y Medio Oriente–, se funden con lo más novedoso de la industria publicitaria de occidente, transformándose en una ventana multicultural única en su tipo. Eso es “La Noche de los Publívoros” en los 48 países en que se ha presentado y eso será también en Chile, cuando se realice por primera vez. La fecha es la noche del 20 de octubre y el lugar, el centro de eventos CasaPiedra.

Los comerciales forman parte de una selección que cada año se hace de entre todos los que ingresan a formar parte de la Cinémathèque de Jean-Marie Boursicot, institución creada en París por el publicista del mismo nombre con el propósito de preservar el patrimonio mundial del cine publicitario.

“La Nuit des Publivores”, o La Noche de los Publívoros, es hoy un tour mundial con 500 comerciales –los más ingeniosos, impactantes, profundos y graciosos de todo el mundo–, es el espectáculo que nació en 1981 para reunir los fondos que permitieran restaurar y conservar este archivo fílmico, que hoy posee más de 740 mil piezas y que cada año recibe más 25 mil nuevos comerciales.

Desde su primera edición en París el tour se ha extendido a 160 ciudades en 48 países. El evento es presenciado anualmente por cerca de 300.000 asistentes alrededor del mundo y es retransmitido por TF1 y Canal Plus, para Francia y el resto de Europa, vía satélite.

Se espera que unos dos mil fanáticos de la publicidad disfrutarán de esta fiesta única, que durará casi toda la noche y en la cual estará presente su creador. El mismísimo Jean- Marie Boursicot viajará exclusivamente a nuestro país para abrir esta primera edición.

Así lo hizo cada vez que el tour inauguraba un nuevo punto. Y desde que comenzó a realizarse, la fiesta ha logrado prender en los más distintos lugares del mundo. Países tan disímiles como China, Rusia, Croacia, Líbano, Tailandia o Filipinas, además las principales ciudades de Europa y Estados Unidos, han conocido la locura que desata este evento. Chile será el segundo país de Latinoamérica que sabrá lo que se siente. El primero fue México, donde la fiesta se realiza desde 1997, y donde se ha extendido por tres de las principales ciudades de ese país.

“La Noche de los Publívoros” basa su éxito en la universalidad conceptual de la publicidad. Se trata de la mejor exhibición de publicidad que no requiere subtítulos. El mensaje es corto y compacto, suficiente para ser comprendido por todos, cruzando las barreras del lenguaje y la cultura.

“Es necesario un mensaje simple, directo, sin traducción, para superar barreras del lenguaje y la cultura, reflejando claramente las diversas costumbres y necesidades de la gente alrededor del mundo”, dice Bursicot, quien cumple con esta fiesta un doble propósito: financiar la mantención y restauración de las antiguas películas y, por supuesto, compartir su pasión con todos los “publívoros” del mundo.

LA CINEMATECA

Los trabajos que guarda la cinemateca de Boursicot, única entidad en el mundo que ha asumido la labor de preservar films publicitarios, representan la producción de 65 países, desde el año 1898 hasta hoy. Su comercial más antiguo es un film promocional para el jabón “Sunlight”.

Son principalmente agencias publicitarias, productoras y avisadores los que nutren a esta cinemateca, que hoy tiene el reconocimiento de un gran número de canales de televisión, que la contactan por sus archivos para desarrollar programas retrospectivos, y también de compañías, que quieren reproducir su pasado comunicacional.

Frecuentemente contribuye con el programa “Passion Pub” y “Passion Cinema” de la productora MCM que se exhibe por televisión satelital para todo el mundo.

El verdadero éxito de la cinemateca, que no recibe ninguna forma de subsidio, es irónicamente su propio problema: los costos de preservación y restauración de los films son altísimos y tienen que ser cubiertos. Jean-Marie Boursicot creó “La noche de los Publivoros” en 1981 y sigue siendo su pasión hasta el día de hoy.

LA PASIÓN DE JEAN-MARIE BOURSICOT.

Todo comenzó cuando Jean-Marie Boursicot tenía 10 años. Tras descubrir su primer tesoro, un gran póster exaltando los beneficios del queso crema Gervais, decidió transformarse en el Ali-baba de los comerciales. El operador del cine Madeleine, en Marsella, quien encontró adorable a este pequeño niño, le entregó comerciales de caramelos (Krema Sweet y Miko Ice). Era el embrión de una gran colección.

El recopilaba las latas que los distribuidores de filmes del boulevard despreciaban sin ningún cuidado, descartando trailers y filmes publicitarios. Acumulando estos “tesoros”, fue entremezclando su pasión por los afiches y avisos de cine sin imaginar que ésta se trasformaría en la actividad que lo acompañaría hasta hoy.

Al titularse de publicista, en 1978, descubrió que nadie se preocupaba de atesorar los filmes publicitarios: ni avisadores ni agencias ni productoras. Jean-Marie Boursicot decidió entonces formar su propia cinemateca. En 1981, este fanático del cine creó la primera noche llamada “Friandises” (confites) con el objetivos de compartir su pasión y captar fondos para la mantención y restauración de las películas antiguas. Este evento le permitiría también financiar los viajes por el mundo en busca de joyas de la publicidad.

En pocos años, “La noche de los Publivoros” se transformó en una institución en París, recibiendo 70.000 personas en 1984 y comenzando luego su establecimiento en Europa. La duodécima versión, en 1993, reunió a 12.000 personas en 2 noches parisinas antes de trasladar el tour a Polonia, Grecia, Canadá y Australia. La gran mayoría de los 500 títulos que componen la exhibición nunca antes han sido mostrados. La idea es que sea siempre atractivo, sorprendente, internacional, exótico, histórico, y que refleje la vitalidad y las tendencias del avisaje mundial. Rara vez publicidad francesa representa más de un 20% del total.

No existe censura involucrada: alcohol, tabaco y sexo están presentes. Actores famosos y atletas de primer nivel se encuentran involucrados. Las grandes causas son también abordadas: la protección de la naturaleza, el Sida, la ayuda humanitaria, la eutanasia, el trafico de órganos…

La cinemateca se ha trasformado en un museo viviente de este especial sector del cine. Por sobre todo, Jean-Marie Boursicot es un feliz coleccionista.

Fuente: Bulb

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